El Guerrero Dinamico: febrero 2016

En varios países del otro lado del charco (Europa) han aparecido varias bandas dedicadas al rock patriota propiamente, alejándose un poco de la temática y parafernalia skinhead (musical y líricamente aún se nota gusto por ello en alguno de sus integrantes), cosa que no me molesta, siempre es bueno que bandas con sonidos diferentes den este tipo de mensaje.

Bandas como Sig… en Italia, C.G. Bros en Rusia con un sonido Hool Casual Rock alternativo , los mismos ZZA, Exzess en Alemania etc.

Pues bueno tras esta breve introducción hoy traigo a estos Bielorusos/Ucranianos que para mi poseen un sonido y estética bastante interesantes en sus videos, una vez ya les postee con su tema Underdog.

pdta: ignorar el gusto por Azov de alguno de sus integrantes y seguidores.

En la obra “así hablo zaratustra” de Nietzsche se dibuja una línea a seguir en el camino de la voluntad para completar su metamorfosis a la del superhombre, cual proceso de adaptación fisiológico que pasa por etapas, así Frederich planteo el proceso de consecución del nivel de espíritu más “puro” (“Nietzsche, Superhombre, Pureza?? Solo le falta mencionar a Hitler a este”)

Básicamente don Nietzsche definió 3 etapas en el proceso mencionado, el espíritu pasa por 3 transformaciones fundamentales representadas en 3 animales: un camello, un león y un niño.

Extrañamente (¿o no tanto?) la similitud con la filosofía zen salta a la vista, claro está yo hablo de la verdadera teoría espiritual de la búsqueda de la sabiduría iniciada por Bodhidharma y base de casi todas las grandes corrientes marciales de oriente, no de la ceporra concepción new age de los neo-hippies.

Y aún más la concepción de Nietzsche termina por reafirmar la base defendida desde este blog siempre, la quietud es la muerte del espíritu, la supercompensacion a todos los niveles debe ser prioridad para todo aquel que decide vivir bajo la bandera del no conforme en su lucha por no ser absorbido por la monotonía de una vida vacía y nula.

Siempre con sed de superarse y reafirmarse a nivel mental, físico o espiritual, con más o menos presencia del “Ego” según el autor, es esta la actitud que han propuesto Nietzsche, Marinetti o Bodhidharma y muchos otros cada uno con su ética y estética personal.

Nietzsche propone que el espíritu pasa por etapas, se transforma e incuba, la mente y el cuerpo pueden ser entrenados, pueden ser mejorados con la práctica, atrofiados con el desuso o sobrecargados y dañados con excesos y malas praxis, pero el espíritu solo se transforma al calor del fuego del conflicto (físico, sicológico, espiritual) de las múltiples batallas internas y externas que todos libramos.

El Camello: Es una bestia de carga, es resistente y útil, pero no útil para sí mismo, el camello asume sus destino rápidamente, aunque resistente es pasivo, evita rebelarse y ser salvaje, es masoquista y se queja de su “destino” impuesto por otros, pero lo acepta y continua porque “es mejor malo conocido, que bueno por conocer”, el riesgo le asusta, ir contra la corriente y ser criticado le es un impensable…

es el jugador en la banca o el sparring del boxeador estrella que no espera salir del anonimato y la masa pues en esta se siente seguro, se auto sabotea o tira la toalla ante lo poco que pueda creer defendible, se adapta para ser sumiso, no se adapta para ser versátil.
No hace falta darle muchas vueltas para entender que la mayoría somos camellos de espíritu, y que el mundo en el que vivimos está diseñado para mantenernos como tal.

NOTA: Vale la pena NO asumir esta lectura como una auto-ayuda, esto no es superación personal, debemos estar conscientes de que todo esfuerzo que hagamos, que todo lo que sudemos y sangremos tiene muchísima más posibilidad de ser en vano que de llegar a ser redituable, no es gratuito que la mayoría prefiera ser un camello de espíritu, si insistimos, persistimos y no desistimos NO SEREMOS RECOMPENSADOS por las dramáticas energías del universo cual deus ex machina, olvidemos tal estupidez, la única recompensa será probablemente una vida dura llena de conflictos, encrucijadas y la posibilidad de contarle a Caronte algunas buenas historias de como por defender una idea inamovible que nos parecía justa, o por el odio colérico a ser “uno más” actuamos como lo hicimos durante la vida, mientras el lentamente nos lleva a la orilla del mundo de los muertos.

El León: Cuando alguien logra reunir las agallas suficientes y asoma la cabeza de esa masa amorfa, cuando bien toca fondo y el asco o la determinación le hacen distanciarse o sobresalir del montón, el espíritu se transforma en león, claramente es más fácil decirlo que hacerlo.
El León se libera del yugo de la obediencia, ahora obedece a su instinto, y la presa que desea cazar es su libertad, tiene sed de victoria, pero es ególatra, y propenso al individualismo, es soberbio y sádico.

Su soberbia no le permite avanzar, enclaustrado en su individualismo su habilidad se estanca, evita nuevos conocimientos y nuevas fronteras, se cree un maestro en su qué hacer y en cuanto lo que dice defender, termina por dejar de avanzar y perder interés, pues se le hace tediosa y monótona la lucha.

Niño: Cuando el espíritu logra salir de esa egolatría del León, lo cual seguramente ocurre tras una derrota donde nos percatamos de que el mundo es más vasto de lo que imaginamos, y que no todas las partidas se han de ganar, es justo en ese momento que el espíritu se libera del ego, “solo eres libre cuando has tocado fondo y no tienes nada que perder”, ese estado es el del discípulo zen, el niño es evolutivo, absorbe como una esponja, aprende constantemente, su cuerpo y su mente crecen conforme explora y conoce, se lastima y aprende de sus errores, no tiene miedo a poseer cicatrices pues estas le recuerdan donde tropezó y de esa forma se evita caer de nuevo en lo mismo, la letra con sangre entra.

“Ser abierto de mente significa que no rechazas información nueva sin antes evaluarla y, si es útil, hacer un intento sincero de incorporarla a tu forma de pensar”
Guerreros de la roca, Entrenamiento mental para escaladores.

Tras estas 3 etapas de camello, león y niño surge el denominado SuperHombre, aquel que de la experiencia anticipa, descoloca y usa la medida exacta de fuerza y estrategia en todas las pujas de su vida,

el concepto de transformación del espíritu y de avance Zen es cuasi-futurista, recordar “Queremos cantar el amor al peligro, al hábito de la energía y a la temeridad” y”El coraje, la audacia y la rebeldía serán elementos esenciales de nuestra poesía.”.

Tal como el camino de un discípulo es largo y tortuoso para convertirse en maestro (de cualquier oficio u arte) el camino del espíritu TIENE que ser duro, no puede ser un retiro espiritual de meditación, para que un diamante brille debe ser pulido con fuerza, mas debemos tener en cuenta que nadie nos premiara por elegir tal camino, si ud señor lector tal como su servidor a elegido alguna vez irse por el camino largo, prefiriendo hacerse de más enemigos que de amigos, sabe que lo único que podrá sacar de eso es la posibilidad de decirse a sí mismo: Hice todo en mi vida “a modo mio”.