viernes, 23 de febrero de 2018

Nuevas Ideas.

Retomare este proyecto ahora que mi trabajo es mas de “escritorio” y poseo más tiempo para escribir entre paso y paso, todo mientras me sumerjo en la media y alta competencia. Lo primero es una corta reflexión frente al “¿por qué?” Que ha manifestado alguno sobre mi falta de “gusto” por ciertos grupos y editoriales nacionales.

Primero voy a alejarme de las cuestiones personales, mi opinión sobre alguien no puede ser ley de condena para todo el que se le acerque, más si puede ser una regla de medición. Partiré del problema base en la raíz propia del asunto, algo impreso en el código genético de dichas “capillas y asociaciones de amigos” como las llamaría Guillaume.

1. Nada que busque tener aspiraciones o cuando más pretensiones nacionalistas puede estar desconectado del alma e identidad de una patria.

2. La revisión de viejas ideas o ideas foráneas es respetable, pero el ignorar sucesos, personajes e ideas cercanas es propio de un esnobismo reiterado en círculos totalmente antidinamicos.

3. El antidinamismo ideológico presenta una problemática más vieja que las monarquías, la marginalización de ideas solo por provenir de un contrario no es propia de un marcialista, y más si estas son de calidad o tienen una representación nativa más fuerte que las foráneas de gusto, confundir la forma y el objeto es anti-ético también.

4. Sin reconciliación espiritual no hay nada, no se habla de una entidad religiosa, se habla del sincretismo con el sentido de identidad, hasta que alguien no logre reconciliar a Pinilla, Laureano y Gaitán, el Nadaismo y el Costumbrismo literario, la transgresión y la conservación de lo esencial, esos conquistadores y colonizadores con esos caciques, con todo lo erróneo de sus humanidades y lo resaltable de sus voluntades, solo hasta ese momento habrá horizonte, antes solo iremos rumbo deriva al borde de una tierra plana.