“Entonces
comenzamos a inventar paraísos, islas afortunadas, países de cucaña. Una vida
sin riesgos, sin lucha, sin búsqueda de superación y sin muerte. Y por lo tanto
también sin carencias y sin deseo: un océano de mermelada sagrada, una
eternidad de aburrición…”
¿Acaso vives o solo respiras?
No hay comentarios:
Publicar un comentario