sábado, 2 de mayo de 2015

En defensa de la fauna nacional.

El jaguar, yaguareté (Panthera onca), oso de anteojos - andino (Tremarctos ornatus), cóndor andino (Vultur gryphus)
“Este es nuestra tierra, nuestra identidad, estos son nuestros bosques, nuestra  libertad, grandes hombres cultivaron este suelo, y con sangre lo regaron para defendedlo
Impertinencia – Tierra Sagrada

Voy a ser claro, no soy -animalista- (no la versión animal del estalinismo de George Orwell) refiriéndome a que sea un activista por los derechos de todos los animales (de hecho abogo por la extinción del mosquito) aunque si pienso que algunos animales deben pasar a ser jurídicamente un sujeto de derecho.

Tampoco soy vegano o vegetariano lechugomaquio (-no vives de ensalada-) porque en primera parte la aureola de “intelectual” y “soy mejor persona, ¿más sana? porque pienso en la vida (pero apoyo el aborto)” de algunos de estos personajes no la soporto y segundo porque no he encontrado ninguna investigación CIENTÍFICA que demuestre que el no consumo de proteínas animales es benéfico o que su consumo es dañino, de hecho, todo lo contrario cuando se adentra uno en los textos de fisiología en actividad física y del ejercicio es que más se reconoce la importancia de las proteínas animales en la dieta a nivel de aminoácidos y de construcción y reparación musculo-esquelética…

el consumo de solo granos (en su mayoría carbohidratos y proteínas vegetales) nunca hubiera sido suficiente sustento para un hombre activo de la antigüedad, un campesino o un deportista, a menos que este remplazara dichas proteínas animales por proteínas sintéticas, altamente caras o quisiera vivir con un déficit en el complejo b.

Yo me voy a basar en el “psiquis” socio-cultural de nuestro pueblo, toda cultura tiene unas tradiciones que influyen más o menos en la programación psicológica de la población.

 Así entonces, si eres vietnamita ves los perros como comida, los mercados de tu ciudad tienen perros despellejados y listos para la venta de su carne, o si eres chino un conejo de angora es literalmente un delicioso platillo o si eres japonés la puta aleta de tiburón es lo tuyo, es cuestión de ver cuál de estas especies está en peligro para decidir cual se puede dejar en paz…

para nosotros culturalmente hablando comerse a un perro es una jodida aberración y más cuando piensas que uno de estos te menea la cola al llegar a casa (al menos los vietnamitas se los comen, no como ciertos militares y personas de este país que los matan porque si, tengan valor y maten personas en igualdad de condiciones) pero así mismo para un hindú es un impensable comerse o explotar una vaca, cuando ella forma parte de nuestra alimentación en muchos niveles, cuestión de cultura.

Nuestra psiquis colectiva formada por la cultura nos hace ver algunos animales como compañía, otros como parte de nuestro entorno vital y otros como alimento.

incluso quien no gusta de los animales de compañía sabe reconocer estos como integrantes familiares de quien si los posee y si no quienes los poseen se lo hacen entender rápidamente,
es entonces cuando entramos a ver a alguien que realmente disfruta del dolor de un animal (el dolor de los animales base de nuestra alimentación es “justificable” aunque puede ser más dignificante como se ha hecho en algunos mataderos) pero cuando es alguien que disfruta con el dolor de animales que culturalmente reconocemos como domésticos de compañía o que forman parte de nuestro entorno vital como fauna nacional estamos hablando de alguien con problemas de psiquis socio-cultural (por no decir un hijo de la gran puta) que en uno atenta contra la dignidad de animales que por estatus reconocemos o que atenta contra la fauna nacional.

Si ud se declara defensor de la identidad nacional y el espíritu de patria, está (estamos) en el deber de defender la fauna nacional, los animales símbolos de nuestra identidad, los territorios y floras propias frente a lo foráneo y a la explotación excesiva interna, ya lo dijo alguno “Quien no ama lo que le pertenece, no es digno del suelo que pisa” y en Colombia hemos sido indignos de esta tierra y sus riquezas por mucho tiempo.

Se hace necesario que recuperemos el orgullo y el respeto por esas especies simbólicas y que defendamos cuando menos lo que cultural y tradicionalmente hemos de conservar.

Así que tolerancia 0 (y hasta respuesta directa) contra maltratos injustificados y sobre todo con la caza y comercio ilegal.

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